Hidrolipoclasia versus carboxiterapia, diferencias y similitudes entre la hidrolipoclasia y la carboxiterapia
Ambos procedimientos ayudan a eliminar grasa acumulada y en algunos casos reducen la celulitis. A continuación exploraremos sus principales similitudes y diferencias:
Hidrolipoclasia ultrasónica: es un tratamiento sencillo que no requiere cirugía ni hospitalización y que ayuda a reducir la celulitis y la grasa que se acumula con los años en zonas como abdomen, cadera y piernas.
El procedimiento se realiza por medio de la infiltración de una solución isotónica y la aplicación de ultrasonidos o cavitación que ayudan a dividir las moléculas de grasa.
Posteriormente se aplica un ultrasonido que activa la sustancia por medio de una reacción térmica que ayuda a quemar la grasa localizada. Esta grasa localizada será eliminada en la orina, el sudor y el flujo sanguíneo.
Se aconseja que antes de la hidrolipoclasia no se tomen medicamentos que contengan ácido acetil salicílico, anti inflamatorios y esteroides.
Cada sesión de hidrolipoclasia puede durar entre 30 y 45 minutos dependiendo de las necesidades del paciente.
Carboxiterapia: Es un tratamiento para eliminar la celulitis, la grasa acumulada, la flacidez y el envejecimiento corporal y funciona por medio de la aplicación subcutánea de dióxido de carbono con fines terapéuticos.
Se recomienda a pacientes que tengan grasa acumulada, que quieran eliminar la flacidez corporal y busquen mejorar la circulación en caderas, glúteos, piernas y abdomen.
Es un método no quirúrgico que consiste en la inyección de CO2 a través de un equipo donde el médico puede nivelar la velocidad del flujo y controlar el porcentaje de dosis implantado.
Se recomienda realizar la carboxiterapia con una frecuencia de 2 a 3 sesiones por semana, hasta sumar un total de 20 sesiones, cada una de 30 minutos.
Es importante que después de cada sesión el paciente tome mucha agua y evite realizar actividades físicas.